martes, 28 de mayo de 2013

El Corazón de la Orza

En esta ocasión vamos a hablar del alma de La Orza. Del por qué de ese sabor característico y único de muchos de sus platos. De uno de sus instrumentos principales de trabajo. Se trata de su horno, por el pasan muchos de sus platos más emblemáticos. 
Construirlo no fue tarea sencilla pero Ángel Espejo pensó que costase lo que costase ese horno tenía que empezar a funcionar desde el primer momento en el que se abrieran las puertas del establecimiento. Le aportaría singularidad y un elemento diferenciador al local así como un sabor y textura característicos a carnes y pescados. Y así fue, desde el primer día en el que se inauguró  La Orza en el año 1991 comenzó a funcionar su horno y desde entonces hasta la fecha, pocas veces, se ha apagado. Pero no fue construirlo y ya está, un horno de estas características necesita  mantenimiento diario y continuo. Hay que echarle leña dos veces cada día, y no una leña cualquiera; éste en particular se alimenta de pino, naranjo y cepas.
Bacalao a la brasa
Pero todo sacrificio, al final, vale la pena y gracias al horno de leña de La Orza, han nacido y se han consolidado con fuerza platos tan arraigados en el local como el “Bacalao a la brasa”, todo un clásico. ¿Todavía hay alguien que no ha probado este manjar?. El resto de pescados, si el cliente así lo solicita, también se pueden preparar al horno lográndose un sabor difícil de conseguir con otras formas de cocción. 
 “Lo que más cocinamos son pescados, ya que aparte del sabor particular que le da el horno de leña, conseguimos mediante esta forma de cocción con fuego vivo y de fuera hacia adentro, una textura insuperable, evitando que el pescado se seque”, explica el propietario del restaurante, Ángel Espejo.
Cocochas de bacalao a la brasa
La alta temperatura que alcanza el horno de 350 º posibilita una cocción rápida, manteniendo la esencia y sabor del producto cocinado, aportándole, además sutiles aromas de madera propios de la leña quemada.  
Otros platos que también se ofrecen a la brasa son el entrecot, solomillo, manitas de cerdo ibérico, gamba rallada, paletilla de cordero,cocochas de bacalao, cigalas o cualquier otro producto de temporada que nos de el mar o la tierra.
Paletilla de cordero
Por otro lado, todo el pan que se sirve en La Orza, además de elaborarse en un horno artesano que cuece en horno de leña, antes de servirse en la mesa se pasa por el horno del propio restaurante. Este auténtico pan de pueblo, con miga generosa, corteza contundente, crujiente, ligeramente tostado y con el ligero sabor ahumado que le da el fuego, se sirve en la mesa con aceite de oliva virgen extra. Una tentación a la que es difícil ponerle freno.
Como curiosidad contaremos que este horno proporciona agua caliente a todas las habitaciones del hotel.